3. Previsibles aportacionesde la concepción dinánica del mercado a la evolución y futuro desarrollo d ela ciencia económica 128

PRIMERA PARTE:
CONCEPTO Y MÉTODO

CAPÍTULO II

INSTITUCIONES, PROCESOS DE MERCADO Y CREATIVIDAD EMPRESARIAL

3. PREVISIBLES APORTACIONES DE LA CONCEPCIÓN DINÁMICA DEL MERCADO A LA EVOLUCIÓN Y FUTURO DESARROLLO DE LA CIENCIA ECONÓMICA

En otro lugar he defendido la tesis de que la histórica caída del socialismo puede tener un apreciable impacto sobre el paradigma neoclásico hasta ahora dominante y sobre la forma de hacer Ciencia Económica en el futuro. Y es que parece evidente que algo crítico ha fallado en la economía como ciencia cuando un hecho tan transcendental no pudo ser analizado adecuadamente a tiempo. Afortunadamente, en la actualidad estamos en mejores condiciones de evaluar más correctamente los puntos débiles del enfoque económico que hasta ahora han impedido a la profesión apreciar e interpretar adecuadamente determinados hechos importantes del mundo social. Además, no va a ser preciso empezar desde cero, pues gran parte de los instrumentos analíticos que son necesarios a partir de ahora ya han sido elaborados y perfeccionados precisamente como consecuencia y a impulso de la necesidad de los teóricos que han venido cultivando e impulsando la concepción dinámica y subjetivista de la economía, cuando han tratado de explicar, defender y depurar sus posiciones a lo largo de los sucesivos debates con sus colegas en los que se han visto inmersos.

Aunque aquí no es posible enumerar todas las áreas de nuestra disciplina que se pueden ver afectadas a partir de ahora, ni mucho menos desarrollar con detalle el nuevo contenido de las mismas que pueda llevarse a cabo dando entrada al punto de vista dinámico e institucional que hemos explicado en este capítulo, podemos, no obstante, por vía de ejemplo y sin carácter exhaustivo, enumerar algunas de ellas.


Teoría de la coacción institucional

En primer lugar, hemos de destacar la teoría de la coacción institucional, que surge como una generalización del análisis económico del socialismo que debemos a Mises, Hayek y sus seguidores. Efectivamente, ya hemos visto cómo todo acto empresarial supone el descubrimiento de nueva información, su transmisión a lo largo del mercado, y la coordinación de los comportamientos desajustados de los seres humanos, todo ello de una manera evolutiva y espontánea y haciendo posible la coordinación y la vida en sociedad. Por contraste, se analiza cómo el ejercicio sistemático e institucional de la coacción que supone el socialismo, y el intervencionismo en menor o mayor medida, impide no sólo la creación y la transmisión de información sino, lo que es aún más importante, el proceso espontáneo y pacífico de coordinación de los comportamientos desajustados de los individuos. El análisis abstracto y general sobre los efectos de la coacción institucional se amplia con en el estudio detallado de los casos específicos de coacción (teoría del intervencionismo), así como con una teoría sobre la crisis y transición del socialismo, tan urgentemente necesitada hoy en día para orientar los pasos de los antiguos regímenes socialistas en su reconversión hacia una economía de mercado.

Teoría de los precios

En segundo lugar, es necesario completar la extendida teoría funcional de la determinación de los precios con una teoría de los precios que explique cómo éstos se forman dinámicamente como resultado de un proceso secuencial y evolutivo movido por la fuerza de la función empresarial que actúa en un contexto institucional determinado; es decir, por las acciones humanas de los actores implicados, más que por la intersección de curvas o funciones de dudosa entidad real, pues la información que hipotéticamente se necesitaría para elaborar las mismas no está “dada” ni siquiera en la mente de los actores observados, pues éstos la van creando de forma discreta y paulatina conforme se desarrolla el proceso de mercado, sin que dispongan de dicha información de manera simultánea ni nadie sea capaz de observarla o de recogerla.

En este campo es también preciso reelaborar la teoría del equilibrio del consumidor. Así, por ejemplo, los fundamentos teóricos de la denominada “Ley de la igualdad de las utilidades marginales ponderadas” son discutibles. En efecto, esta Ley no sólo se basa en el supuesto de continuidad, sino que además supone que el actor es capaz de evaluar de forma simultánea la utilidad de todos los bienes a su disposición, sin tener en cuenta que toda acción es secuencial y creativa y que los bienes no se valoran a la vez igualando su supuesta utilidad marginal, sino uno después del otro, en el contexto de acciones distintas, para cada una de las cuales la correspondiente utilidad marginal no sólo puede ser diferente, sino que ni siquiera es comparable.

Más importantes aún son, si cabe, las insuficiencias contenidas en el análisis de las curvas de indiferencia-preferencia que, desde Pareto, se ha introducido de manera generalizada en los libros de texto. Primeramente, es muy problemático considerar que todos los bienes de consumo puedan agruparse en pares perfectamente sustituibles entre sí: no existen distintas combinaciones de bienes de consumo que proporcionen una utilidad idéntica porque en el contexto secuencial de cada acción concreta el actor no se enfrenta ante distintas combinaciones posibles con idéntica utilidad, sino que siempre valora más una de ellas y no se plantea la necesidad de estimar una función de puntos de indiferencia, que no es sino una simplificación que no tiene en cuenta la esencia misma del concepto de bien económico. Además, y en segundo lugar, el empeño por desarrollar un artilugio que permita utilizar el aparato matemático sin hacer uso de las mediciones cardinales de utilidad, ha hecho inevitable introducir el supuesto de la perfecta sustituibilidad de los bienes de consumo agrupados por pares, eliminando de raíz el fenómeno aún más relevante para la acción humana de la complementariedad entre los distintos bienes para la consecución de un fin determinado. ¿Que pasa cuando los pares de bienes en vez de ser sustitutivos son complementarios? Entonces el aumento de la cantidad de uno no se puede compensar con la disminución del otro, pues ello daría lugar a una disminución neta de utilidad. Todo el entramado del análisis de indiferencia-preferencia pierde sentido teórico cuando se considera el carácter secuencial y no sincrónico de todas las acciones humanas, se reconoce que el ser humano sólo se plantea las combinaciones que considera más adecuadas cara al fin concreto (lo indiferente no conlleva acción alguna) y se tiene en cuenta el fenómeno universal de la complementariedad entre los bienes. El propio Pareto se pone en evidencia cuando reconoce que su análisis se efectúa de espaldas al verdadero protagonista del proceso (el ser humano) y que a sus efectos “the individual can disappear, provided he leaves us this photograph of his tastes” (mapa de curvas de indiferencia).

La teoría funcional de la determinación de los precios, en suma, difícilmente puede explicar cómo surgen realmente éstos en el mercado. A pesar de las apariencias, en la medida en que parte de considerar la existencia previa de unas curvas o funciones de oferta y demanda, da por supuesto que el problema de la determinación del precio ya está resuelto. En efecto, ambas curvas, por definición, se cortan en un punto, y las fuerzas que actúan en casos de precios distintos del de equilibrio se explican en función de los excesos de ventas o compras que se producirían en relación con la cantidad correspondiente a un precio de equilibrio que se usa como punto de referencia y, por tanto, se supone “dado” y conocido con carácter previo. Por tanto, la teoría funcional de los precios no explica cómo surgen éstos y se limita a introducir unas funciones que recogen de manera simultánea unas magnitudes de precios y cantidades que en la vida real nunca aparecen a la vez, sino que surgen sucesiva y secuencialmente, como resultado de un proceso empresarial de acciones humanas que los economistas matemáticos no pueden explicar con su instrumental.


Competencia y monopolio

En tercer lugar, hemos de mencionar el desarrollo de la teoría dinámica de la competencia y el monopolio que supone reconstruir la teoría estática desarrollada sobre los mercados en los libros de texto, sustituyéndola por una teoría de la competencia entendida como un proceso dinámico de rivalidad netamente empresarial, que hace irrelevantes la mayor parte de los problemas de monopolio entendidos en su sentido tradicional, y fija su atención en las restricciones institucionales al libre ejercicio de la empresarialidad en cualquier área del mercado.

Teoría del capital y del interés

En cuarto lugar, la teoría del capital y del interés se ve, asimismo, profundamente afectada por la concepción subjetivista que considera “bien de capital” a todas y cada una de las etapas intermedias, subjetivamente consideradas como tales por el actor, dentro del contexto de la acción concreta en que se ve inmerso, y cuya experiencia de culminación genera precisamente en el actor la idea subjetiva del transcurso del tiempo. El concepto de “capital” aparece como una categoría mental del cálculo económico o estimación subjetiva por parte del actor del valor a precios monetarios de mercado de cada una de dichas etapas. Esta concepción aclara, además, el carácter protagonista de la preferencia temporal a la hora de determinar el interés, así como la verdadera dirección de relación causal entre el interés y la productividad del capital (no es la productividad marginal del capital la que determina el interés, sino en todo caso al revés, es el interés el que tiende a determinar la productividad marginal del capital). La creencia de que el interés viene determinado por la productividad marginal del capital se basa en tres hechos distintos pero íntimamente relacionados entre sí: el análisis exclusivo de un estado de equilibrio con ajuste perfecto, la consideración de la producción como un “proceso” instantáneo que no conlleva tiempo, y la concepción del capital como un mítico “fondo” de existencia real separado de la mente humana y que se auto-reproduce solo (tres ideas que, desde Clark y Knight, suelen compartir muchos teóricos neoclásicos).

Teoría del dinero y del crédito

Quizá sea, en quinto lugar, la teoría del dinero, del crédito y de los mercados financieros el desafío teórico más importante para nuestra ciencia en el próximo siglo desde el punto de vista de la concepción dinámica del mercado. De hecho, nos atrevemos a afirmar que, cubierto el “gap teórico” que representaba el análisis del socialismo, el campo más desconocido y a la vez transcendental es el monetario, en donde impera por doquier el intervencionismo económico, las confusiones metodológicas y los errores teóricos. Y es que las relaciones sociales en las que se ve implicado el dinero son, con gran diferencia, las más abstractas y difíciles de entender, por lo que el conocimiento generado e implicado por las mismas es el más vasto, complejo e inaprehensible, lo que hace que los errores de política monetaria en esta área sea, con diferencia, los más dañinos y perjudiciales.

Teoría de los ciclos económicos

En sexto lugar, la teoría de los ciclos económicos, que se ve adecuadamente incluida en la definición y análisis del intervencionismo entendido como todo sistema de coacción institucional en contra del libre ejercicio de la función empresarial, y que claramente explica los perturbadores efectos sobre la coordinación intra e intertemporal del mercado a que da lugar el intervencionismo económico en todas las áreas, y en especial en la crediticia, monetaria y fiscal. No nos extendemos sobre este tema, pues el mismo constituye el objeto fundamental mi libro Dinero, Crédito Bancario y Ciclos Económicos, publicado en 1998 (Unión Editorial, Madrid).

Teoría del desarrollo económico

La teoría del crecimiento y del desarrollo económico, en séptimo lugar, fundamentalmente basada en el equilibrio de los agregados macroeconómicos, en gran medida se ha elaborado de espaldas al único verdadero protagonista del proceso: el ser humano y su perspicacia y capacidad creativa empresarial. Es, por tanto, preciso reconstruir la teoría del crecimiento y el subdesarrollo, eliminando los elementos justificativos de la coacción institucional que hasta ahora la han hecho a menudo estéril e incluso, en ocasiones, dañina, centrándola en el estudio teórico de los procesos de descubrimiento de las oportunidades de desarrollo que permanecen inexplotadas por falta del imprescindible elemento empresarial.

Economía del bienestar

Algo parecido podemos decir de la denominada economía del bienestar que, en octavo lugar, y fundamentada en el concepto paretiano de eficiencia, exige para su manejo operativo un entorno estático y de plena información que nunca se da en la vida real. Y es que, parece conveniente introducir, al menos con carácter complementario, un nuevo concepto de eficiencia que, más que de los criterios paretianos, dependa y se defina en términos de la capacidad de la función empresarial para coordinar de manera espontánea los desajustes que surgen en las situaciones de desequilibrio.

Teoría de los bienes públicos

En noveno lugar, la teoría de los bienes “públicos” desde un principio se ha construido en los términos estrictamente estáticos del paradigma del equilibrio, presuponiéndose que las circunstancias que determinan las denominadas “oferta conjunta” y “no rivalidad en el consumo” están dadas y no van a cambiar. Ahora bien, desde la óptica de la teoría dinámica de la función empresarial, toda aparente situación de bien “público” crea una clara oportunidad de beneficio para ser descubierta y eliminada mediante la correspondiente creatividad empresarial (en los campos tecnológico, jurídico e institucional), por lo que, en la perspectiva dinámica de los procesos empresariales libremente ejercidos, el conjunto de bienes “públicos” tiende a hacerse vacío, desapareciendo así una de las razones más utilizadas para justificar teóricamente en muchas áreas sociales la coacción sistemática e institucional en contra del libre ejercicio de la acción humana.

Análisis económico del derecho y teoría de la elección pública

En décimo lugar, podemos referirnos al programa de investigación que un grupo creciente de teóricos está desarrollando en el campo de la escuela de la elección pública, del denominado análisis económico del derecho y de las instituciones y de la llamada organización industrial, campos de investigación que actualmente se debaten, en el ámbito neoclásico, por desembarazarse de la influencia del modelo estático basado en la plena información. Y es que la aplicación del análisis estático tradicional está motivando un análisis económico de muchas normas, sobre la base de unos presupuestos metodológicos idénticos a los que en su día quisieron utilizarse para justificar el socialismo (constancia y plena información), y que dejan de lado el análisis dinámico y evolutivo de los procesos sociales de tipo espontáneo generados e impulsados por la empresarialidad. Para los teóricos de la concepción dinámica, resulta evidentemente contradictorio pretender analizar las normas y reglas jurídicas basándose en un paradigma que, como el neoclásico, presupone la existencia sincrónica y simultánea de plena información (bien en términos ciertos o probabilísticos) en cuanto a los beneficios y costes derivados de las mismas, pues si tal información existiese, las reglas y normas no serían necesarias (podrían sustituirse más eficazmente por simples mandatos), y si hay algo que explica y justifica el surgimiento evolutivo del derecho, es precisamente la inerradicable ignorancia en que se ve constantemente inmerso el ser humano y el carácter secuencial de todas las acciones que emprende.

Concepto de justicia y teoría de la ética social

Finalmente, en el campo del análisis teórico de la justicia y de la ética social, las aportaciones de los economistas de tradición subjetivista están teniendo gran importancia. Así, por ejemplo, destaca no sólo el análisis crítico de Hayek al concepto de Justicia Social, sino también la reciente obra de Kirzner en esta área y su análisis sobre el derecho de todo ser humano a los resultados de su propia creatividad empresarial, análisis que perfecciona y completa al efectuado previamente en este sentido por Robert Nozick. Hans-Herman Hoppe, por su lado, ha culminado con éxito una justificación apriorística del derecho de propiedad y del mercado libre, partiendo del criterio habermasiano de que la argumentación presupone la existencia y el respeto previo a la propiedad sobre el propio cuerpo y los atributos de toda persona, de donde deduce de forma lógica toda una teoría sobre el mercado libre y el capitalismo.

Otros posibles campos de investigación

Podríamos mencionar otros campos de investigación (teoría de la población, análisis económico de los ingresos impositivos y la redistribución, etc.), a los cuales podría extenderse de forma fructífera el punto de vista dinámico propio del análisis de los procesos de mercado. Pero estimamos que, con la breve referencia realizada a las áreas mencionadas, ya se ha ilustrado suficientemente por donde creemos que en el futuro evolucionará la Ciencia Económica, una vez que se completen las insuficiencias teóricas y metodológicas que, en gran medida, la propia concepción subjetivista y dinámica de la economía ha puesto en evidencia, todo lo cual esperamos que habrá de dar lugar a una ciencia social al servicio de la humanidad cada vez más amplia, realista y explicativa.

Jesús Huerta de Soto
Catedrático de Economía Política
Universidad Rey Juan Carlos de Madrid

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