8. La atención durante las horas de tutorías 293

SEGUNDA PARTE
MÉTODO DIDÁCTICO E INVESTIGADOR

CAPÍTULO V
EL MÉTODO DIDÁCTICO E INVESTIGADOR

8. LA ATENCIÓN DURANTE LAS HORAS DE TUTORÍA

El profesor debe dedicar unas horas semanales a la atención del alumnado. Aunque normalmente se benefician de esta posibilidad muy pocos alumnos, suele tratarse de aquellos alumnos más preocupados por la asignatura que ya muestran su interés en clase y que suelen hacer preguntas útiles para todo el colectivo, pero que su propio sentido de la responsabilidad les lleva a inhibirse en ocasiones, ya que consideran que su duda puede ser impertinente o carecer de interés para los otros estudiantes (lo cual no suele ser, precisamente, el caso).

Esta atención personalizada e individualizada no se puede extender a todos los alumnos. Una consulta típica comporta una cantidad de tiempo relativamente importante, lo cual no permite atender demasiadas visitas. No obstante, esta atención individual da indudables resultados positivos para quien la aprovecha, confiere seguridad al alumnado en general, en la medida en que sabe que el profesor está disponible a nivel personal cuando sea necesario, y redunda en beneficio del profesor, que aprecia las debilidades de su explicación o de la formación básica del alumnado, y le permite volver sobre el tema con mayor conocimiento cuando la ocasión lo haga posible. Además, una explicación personalizada da una vivencia de las limitaciones del enfoque explicativo o de lo complejo de los ejemplos utilizados, de forma que se pueden aplicar sucesivamente varias alternativas docentes hasta lograr la más efectiva, de manera que este conocimiento quede incorporado al “arsenal pedagógico” del profesor, para ser utilizado en ocasiones posteriores.

La limitación de esta modalidad es el no ser realizable para todos los alumnos, y su abuso por algún alumno concreto puede dar lugar a establecer diferentes categorías de alumnos, aunque en ningún caso pueda culparse a quien aprovecha a fondo una posibilidad que se le ofrece en aras de mejorar sus conocimientos.

En definitiva, no hay un método único, sino múltiples métodos de transmitir los conocimientos, y su combinación debe permitir al profesor el máximo de participación del alumnado, estimulando su motivación y actividad, sin la cual el aprendizaje no avanza. La función profesoral en su componente de motivación es tan importante como la meramente docente y, por más que a menudo no se considere a efectos de remuneración y promoción, paga claramente en forma de resultados, efectividad de la enseñanza, y propia satisfacción personal de los alumnos y del profesor.

 

Jesús Huerta de Soto
Catedrático de Economía Política
Universidad Rey Juan Carlos de Madrid

“Sólo podrá reproducirse total o parcialmente el contenido de este trabajo citando expresamente a su autor y al medio en donde fue originalmente publicado (indicado, en su caso, en la sección de bibliografía del Curriculum vitae). A quienes incumplan esta condición les serán aplicados las leyes civiles y penales que correspondan, a parte de las procedentes indemnizaciones por daños y perjuicios”.